6 de junio de 2007

Sacando provecho a la adversidad

Un joven de la ciudad se fue al campo y le compró un burro a un viejo campesino por 100 €. El anciano acordó entregarle el animal al día siguiente, pero al día siguiente el campesino le dijo:

- Lo siento, hijo, pero tengo malas noticias. El burro murió.

- Bueno, entonces, devuélvame mi dinero.

- No puedo, lo he gastado ya.

- Bien, da igual, entrégueme el burro.

- Y ¿para qué? ¿qué va a hacer con él?

- Lo voy a rifar.

- ¡Estás loco! ¿Cómo vas a rifar un burro muerto?

- Es que no voy a decir a nadie que está muerto, por supuesto.

Un mes después de este suceso se volvieron a encontrar el viejo vendedor y el joven comprador.

- ¿Qué pasó con el burro?

- Lo rifé. Vendí 500 papeletas a 2 € y gané 998 €.

- ¡¡¿Y nadie se quejó?!!

- Sólo el ganador, pero a él le devolví sus 2 €.

No hay comentarios: