5 de septiembre de 2007

Con 100 nombres es suficiente

Leo en El País Digital el curioso titular Maolenin, Hitler o Apolo Tres serán nombres prohibidos en Venezuela. El artículo me sorprende en varios aspectos.

El principal aspecto es que el gobierno venezolano haya decidido proponer una ley que limite el número de nombres con los que se puede llamar a un niño. Curiosamente la cifra ha sido cien. Esta cifra la supongo de origen esotérico y me recuerda a otras grandes cifras de la humanidad como los diez mandamientos, los siete pecados capitales, las siete maravillas del mundo o las siete notas musicales.

Dejando a un lado la pregunta sobre si cien nombres son o no suficientes, hablemos de la eficiencia del número cien. El número cien no es eficiente. Sí estoy de acuerdo que es muy bonito: una centena, diez decenas, cien unidades... pero no es eficiente. Un número eficiente sería 128. ¿Por qué? Porque es potencia de dos y es el número de elementos que se pueden representar con un byte. Por lo que propongo que el número de nombres posibles sea elevado a 128, únicamente por motivos de eficiencia.

Por otro lado, es cierto que los nombres que se ponen por aquellas tierras, muchas veces escapan a la imaginación del más hastiado guionista: combinaciones de sílabas de difícil pronunciación, mezcolanza de nombres de diferentes origen étnico, nombres compuestos en ocasiones muy largos... Probablemente el aspecto más divertido sea que después de un nombre como Kevin Costner, aparezca de Jesús Sánchez-Romero o cosas por el estilo. Los seguidores de telenovelas estarán muy al tanto de estos aspectos.

Como tercer y último aspecto: ¿es que no hay más problemas en Venezuela? Quiero decir, ¿tan tranquilo está el país que se pueden dedicar a pensar este tipo de cosas? Creo que no van las cosas muy bien por aquellos lugares. Me parece sorprende que se dediquen parte de los esfuerzos gubernamentales a dictaminar leyes tan rematadamente absurdas. El siguiente paso sería obligar a todos aquellos nacidos antes de la aprobación de la ley a modificar sus nombres, en caso de no aparecer en la lista.

Creo que nos estamos volviendo estúpidos de forma exponencial, estará esto relacionado con el crecimiento de la población. ¿Qué opinaría Maltus de todo esto?



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