El concepto es sencillo, unos amigos en una biblioteca... hay que mantener el silencio. Pero qué ocurre si jugamos a hacerle la puñeta al que le toque la carta marcada... a ver cómo mantenemos el orden. Y si las pruebas tienen carácter japonés (falta de aprecio por la integridad del individuo) pues tenemos un programa cuanto menos desconcertante.
¿Qué más nos depararán los hijos del sol naciente?
9 de diciembre de 2006
Silent Library
en 1:54 p. m.
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